
¡Pura felicidad a cucharadas!
Para preservar el sabor y la textura perfectamente, cada tarrina se sirve con un solo sabor.
¡Así cada experiencia es 100% auténtica y deliciosa! 💚
Tarrina de 300 ml: Ideal para un antojo personal o compartir un momento dulce.
Tarrina de 480 ml: Un poquito más para los verdaderos fanáticos del helado.




nuestro proceso
Todo empieza con una elección cuidada: usamos leche fresca, frutas naturales de estación, chocolate real, frutos secos y todo lo necesario para lograr sabores auténticos. Nada de polvos mágicos: aquí todo es real.
A diferencia de otras heladerías, cada sabor tiene su propia base, pensada para realzar sus ingredientes. Para los cremosos, usamos mezclas específicas de leche, crema y azúcar. Para los frutales, partimos de agua purificada y fruta fresca, ajustando la receta según el tipo de fruta. Así, cada helado se prepara desde cero con una base única.
La mezcla se calienta a una temperatura controlada para eliminar bacterias y garantizar la seguridad del producto, sin alterar su sabor. Después se enfría rápidamente para conservar la frescura.
La mezcla descansa en frío durante unas horas. Este paso ayuda a que los ingredientes se integren bien y que el helado tenga una textura más suave y cremosa.
Aquí ocurre la magia: la mezcla se bate en frío, incorporando aire mientras se congela. Así logramos un helado liviano, suave y lleno de sabor. ¡Nuestra parte favorita!
El helado se guarda a una temperatura ideal para mantener su textura perfecta hasta que llega a tu paladar. En cada cucharada, vas a sentir ese cuidado desde el primer paso.
INGREDIENTES NATURALES,
SIN CONSERVANTES,
NI COLORANTES.